jueves, 7 de junio de 2012

APUCV No. 222 junio 2012 NO A LA VIOLENCIA INSENSATA SIN FIN...

EN RECHAZO A LA VIOLENCIA VIOLENCIA POR VIOLENCIA SIN FIN, INSENSATA, MALINTENCIONADA, DESTRUCTORA PARA NO REHACER... LÁSTIMA QUE ALGUNOS SECTORES DE LA UCV CAEN EN ESTA TENTACIÓN Y HECHOS SIN RAZÓN. La Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela (APUC) se dirige a la comunidad ucevista y a la opinión pública en general, para expresar su más categórico rechazo a los hechos vandálicos ocurridos durante el día de ayer, martes 5 de junio, en el campus de la Ciudad Universitaria de Caracas, mediante los cuales un grupo de trabajadores decidió asumir como forma de “protesta” la violencia irracional en contra de los bienes y la infraestructura de la universidad, que no sólo nos pertenecen a toda la comunidad de profesores, estudiantes, empleados y obreros que hacemos vida en la UCV, si no que forman parte del acervo histórico de toda la sociedad venezolana y del patrimonio cultural material de la humanidad, tal y como fue declarado por la UNESCO en el año 2000. La APUCV, como organización gremial del profesorado de la UCV, siempre ha sido respetuosa de la libertad de pensamiento y actuación del resto de los gremios y organizaciones sindicales existentes en la universidad, reconociendo su legítimo derecho a escoger las formas de lucha que consideren pertinentes y necesarias para alcanzar sus objetivos y reivindicaciones, sin embargo, creemos firmemente que, en ningún caso y bajo ninguna circunstancia, pueden considerarse como válidas aquellas que se traduzcan en violaciones o irrespeto de los derechos de los demás, o, tal y como ocurre en la situación que nos ocupa, en la destrucción del patrimonio colectivo. La violencia como forma de lucha representa una acción completamente ajena a la naturaleza misma de la institución universitaria, caracterizada por su permanente apertura a la diversidad, al respeto de las diferencias, al debate creador y a la discusión de las ideas. En un lapso inferior a una semana, estos grupos irracionales han recurrido a la violencia y a la agresión en contra de la universidad en por lo menos tres episodios: el sabotaje a las unidades de transporte que fueron empleadas para obstaculizar el ingreso a la Ciudad Universitaria el día martes 29 de mayo, lo cual se tradujo en la suspensión temporal de las rutas que le prestan servicio a la gran cantidad de miembros de nuestra comunidad que no poseen vehículo propio; el salvaje ataque a la sede de la Dirección de Postgrado de nuestra universidad, en el Centro Comercial Los Chaguaramos, apenas 24 horas más tarde, cuando se pretendió irrumpir en la sesión del Consejo Universitario que allí se realizaba, ocasionando cuantiosos daños a las instalaciones del postgrado, y en particular la destrucción de buena parte del cableado de fibra óptica que permite la conexión vía internet entre el CC Los Chaguaramos y la Ciudad Universitaria; y, finalmente, los muy lamentables hechos de ayer, en los cuales fueron destruidas tres casetas de la vigilancia ucevista. El espíritu de cuerpo y el sentido de pertenencia implican la existencia de una relación afectiva de los individuos con las instituciones a las que pertenecen. En nuestro caso, ser ucevista es algo que va mucho más allá de una simple adjetivación empleada para referirse a quienes hacemos vida en la UCV. Ser ucevista es haber incorporado de manera integral en nuestra forma de pensar, de sentir y de actuar los valores que históricamente han caracterizado a nuestra universidad: el respeto por el otro, la tolerancia y la pluralidad, especialmente en lo que se refiere a las ideas y a las visiones del mundo. Ser ucevista es tener un comportamiento considerado y civilizado hacia cualquier miembro de la comunidad, incluyendo a las autoridades en todos los niveles de la institución. Ser ucevista es sentirse afectado cuando el patrimonio de la UCV es destruido a través de actos que no se corresponden con la civilidad universitaria, tan afectados como si se tratase de nuestra propia casa. Ser ucevista es sentirse emocionado al escuchar el Himno Universitario y actuar en defensa de la autonomía cuando ésta se encuentra amenazada. A lo largo de los años, no existe sector universitario en el cual no hayamos constatado ese sentido de pertenencia, independientemente de que se trate de profesores, estudiantes, empleados u obreros. Desafortunadamente, de un tiempo a esta parte, hemos observado como algunos miembros de nuestra comunidad han desplegado una conducta completamente contraria a los valores y al sentimiento ucevistas. Estas personas han escogido, tristemente, la violencia, en sus múltiples manifestaciones, como forma de expresar sus puntos de vista. Este comportamiento ha tratado de ser justificado alegando la defensa de derechos gremiales o de cualquier otra naturaleza, muchas veces como consecuencia de la polarización política que afecta a nuestra sociedad, traduciéndose en el uso de un lenguaje desconsiderado y agresivo, no pocas veces soez, con el cual se ataca a otros miembros de la institución por el solo hecho de no compartir las mismas ideas. En muchas ocasiones incluso se ha llegado a poner en peligro la vida de aquellos con los cuales se disiente. Estamos persuadidos que estos comportamientos, y sobre todo los hechos violentos que con frecuencia los acompañan, se encuentran enmarcados en un diseño táctico-estratégico que forma parte de una política sistemática de agresión en contra de las Universidades Autónomas por parte de aquellos que no pueden tolerar la existencia de una universidad libre, plural, democrática y autónoma, forjadora de hombres y mujeres libres, ya que la misma se ha convertido en una verdadera piedra en el zapato, o deberíamos decir con más propiedad en la bota, del proyecto totalitarista y autoritario que pretende hacerse hegemónico en nuestro país, tal y como la APUCV lo ha venido denunciando incansablemente desde el año 2009. Frente a esta situación, la APUCV le formula un llamado a la sensatez y al diálogo a todos los miembros de los gremios y organizaciones sindicales que hacen vida en nuestra Alma Mater, para que encontremos un camino que nos conduzca a la reivindicación de nuestros legítimos derechos de la forma que le debe ser propia a los universitarios, con dignidad y sin renunciar a nuestros principios y aspiraciones, pero con el respeto y la civilidad que todos nos merecemos. Al mismo tiempo, queremos ratificarle a nuestras autoridades, legítima y legalmente elegidas en el marco de la Constitución y la Ley de Universidades vigentes, todo nuestro apoyo frente a las amenazas que se ciernen sobre la UCV, y nuestro total respaldo a las medidas que deban tomar para garantizar un clima de convivencia pacífica y respeto entre todos los miembros de nuestra comunidad, incluso en aquellos casos en los cuales sea necesario aplicar las normas disciplinarias existentes en nuestro marco reglamentario. Igualmente, hacemos un llamado a todos los ucevistas que de verdad amen a su universidad y entiendan la importancia de la autonomía en el momento que actualmente vive nuestro país, a cerrar filas en defensa de nuestra institución. El llamado es, sin egoísmos ni mezquindades, a preservar el legado y la huella que durante casi tres siglos ha dejado la UCV en la sociedad venezolana. APUCV, Caracas, 6 de Junio de 2012.