Serie de artículos No.1.
Alejandro Rísquez Parra
Médico pediatra y epidemiólogo
Vacuven su Centro de Vacunación
www.vacuven.com.ve
Las emergencias médicas fuera de casa durante los viajes son un tópico pocas veces asomados por los agentes de viajes, organizadores e incluso la familia y amigos por el miedo de asustar al trotamundos o grupo potencial.
Muchas personas por miedos, inseguridad y con tal de no preocuparse prefieren evitar hablar sobre la posibilidad de accidentes o enfermedades agudas –por supuesto menos cuando planificamos un viaje de placer- y por ende no hablan sobre los primeros auxilios. Muchos prefieren creer que no puede ocurrir un accidente, hasta que ocurre. No es cuestión de ponerse paranoico, pero si ir preparado, pero desafortunadamente los accidentes pueden ocurrir, incluso en los más precavidos, y por lo tanto recordemos que los primeros auxilios no sólo se utilizan en situaciones que ponen en peligro la vida, sino también para tratar lesiones simples y afecciones comunes.
Todos los viajantes, en especial los que van por más de 3 semanas, los aventureros, los que van a hacer actividades y deportes extremos (esquiar, surfear, apnea y buceo, rafting, ícaro y parapente, bicicleta montañera, escalada, etc.), los niños y los jóvenes de la tercera edad, aquellos con condiciones especiales médicas como enfermedades cardíacas, pulmonares, gastrointestinales o hematológicas), las embarazadas, los inmunosuprimidos y transplantados): necesitan tener un plan en caso de necesitar cuidados o asistencia médica.
Es más aún los excursionistas jóvenes en perfecto estado de salud pueden verse envueltos o sufrir algún percance tipo accidente o enfermedad aguda que requiera la atención de primeros auxilios y médica.
Por lo tanto, todo pasajero debe pasearse por la posibilidad de presentar algún accidente o enfermedad aguda y estar en la capacidad de poder darle respuesta de manera inmediata, en especial mientras llega la asistencia médica de los especialistas (médicos o paramédicos). Es vital que todo viajero tenga un seguro médico de viajes y muy especialmente al salir al extranjero.
Los primeros auxilios del viajero son en esencia, todas las acciones que debemos llevar a cabo para ayudar a evitar complicaciones o secuelas en personas que han sufrido accidentes o enfermedades agudas graves, y también para atender correctamente lesiones simples y enfermedades leves que pueden ocurrir durante nuestras travesías.
Prevenir es lo importante, sin embargo a pesar de la máxima precaución los viajantes pueden sufrir percances.
Lo primero es la prevención, vayamos preparados para los riesgos de salud del viajero dependientes de su itinerario, duración y temporada del paseo, propósito, estilo de vida y características de la persona o grupo.
Los viajantes pueden padecer percances con mayor frecuencia que los que se mantienen en casa por muchas razones, las más relevantes entre otras son cuando vamos a sitios con malas condiciones sanitarias e higiénicas y a realizar actividades de mayor riesgo.
Los estudios epidemiológicos disponibles nos muestran que los problemas de salud en viajeros son muy comunes, se dice que dos o tres de cada cuatro turistas refieren presentar algún tipo de situación molesta o problema de salud que genera alguna limitación durante el itinerario. Afortunadamente, la mayoría de los problemas son leves y pueden ser tratables con un mínimo de preparación; desde el mareo, la constipación, pequeñas cortaduras o golpes. Otras pasan por circunstancias moderadas como diarrea, vómitos, insolación, y también las más graves que requieren definitivamente asistencia médica como son mordeduras o emponzoñamientos de animales, crisis hipertensivas o dolores anginosos (“del corazón”), traumas o lesiones como fracturas o heridas abiertas.
Los estudios parecen indicar que la gente durante sus viajes tiende a no consultar un médico por falta de disponibilidad, no sentirse cómoda, no querer molestar al grupo o preocuparlo a los compañeros, o simplemente la actitud o postura de que no es nada, “ya se me pasará”. En los viajeros de negocios o de trabajo (consultores, médicos, visitadores comerciales, etc.) se ha observado un aumento de los reclamos de seguros médicos por causas no infecciosas. Por supuesto, en las personas que realizan deportes extremos, o de aventura y expediciones (escaladores, misioneros) aumentan las lesiones y las enfermedades exóticas o tropicales. Pero incluso, para los turistas, aventureros de placer en familia para clubes, “resorts” en playas, campamentos, y montañas, el cambio de las actividades aumentan la posibilidad de lesionarse o enfermar.
Que debemos saber sobre primeros auxilios del viajante
Llévese su equipo de primeros auxilios bien completo, en particular si es considerado un viaje con riesgos adicionales ya mencionados. No olvide los medicamentos esenciales para atender las molestias más comunes como dolor de cabeza, fiebre, vómitos y diarreas, insumos y equipos para atender pequeñas cortaduras y golpes, de esto ya hemos hablado en ocasiones anteriores.
Para los casos más graves o dramáticos le damos unas señas de cómo abordarlos, iniciaremos una serie de artículos sobre los Primeros Auxilios del Viajero, empezando con para la valoración del enfermo o accidentado grave y los signos de vida.
PRIMEROS AUXILIOS: VALORACIÓN DE UN ACCIDENTADO O ENFERMO
Al encontrarnos una persona sin movimiento o postrado debemos de inmediato chequear su estado de conciencia, sus signos vitales y si tiene hemorragias o “huesos rotos”. -fracturas.
ESTADO DE CONCIENCIA: Ante una persona accidentada debemos comprobar su estado
de conciencia mediante el código AVDS;
A - Alerta; la víctima conversa, grita se queja, murmura, confusa, etc.
V - responde a la Voz; llamarlo
D -responde al Dolor; pellizcar la piel
S -Sin respuesta; no responde: debemos evaluar de inmediato los signos de vida.
Cuando la persona está “sin respuesta” y tiene los signos vitales es una persona inconsciente. Si la víctima no respira o no tiene pulso en el antebrazo o en el cuello hay que ir directo a la reanimación cardio-pulmonar. En una persona inconsciente o con la conciencia perturbada siempre hay que revisarle todo el cuerpo en búsqueda de heridas sangrantes o “huesos rotos”. Causas comunes de inconciencia son: intoxicación grave por licor o drogas, golpes fuertes en la cabeza, “derrames cerebrales”, infartos del corazón, trastornos del azúcar, perdida de mucha sangre u otros.
•SIGNOS DE VIDA - VITALES: Son los que permiten conocer si una persona esta viva. Se les
puede medir para evaluar el nivel de funcionamiento físico de un individuo. Las medidas de los signos vitales cambian según la edad, el sexo, el peso, la tolerancia al ejercicio y la condición al momento de examinarlo.
•Valores normales para un niño y adulto sano promedio:
•Temperatura: La normal es alrededor de 37 grados centígrados. Se mide con termómetro oral o rectal y también con tiras o digital. Cuando la temperatura está por arriba de 38° C. se considera fiebre y se considera fiebre alta por arriba de 39° C.
•Pulso: nos indica la frecuencia del corazón, 60-80 latidos por minuto (lpm) (en descanso). Se puede palpar en situaciones de emergencia el pulso carotídeo (en el cuello) o el pulso radial (en la muñeca). En los niños es mayor de 60 a 120 lpm y bebés (< 1 año) de 160 hasta 200 lpm.
•Respiraciones:12-18 respiraciones por minuto (rpm). Observar movimientos del pecho (tórax); o colocar espejo frente a las fosas nasales para observar empañamiento del espejo. En los niños de 1 a 12 años alrededor de 30 rpm y los bebés de 40 rpm.
•Presión sanguínea: Requiere un instrumento para su medición. La presión sistólica 110-130 mm de mercurio (mm Hg.) y la diastólica 75-85 mm Hg. Promedio 120/80 mm Hg. en los adultos. Es muy importante llevar un equipo para medir la presión arterial cuando hay personas que tienen esta condición.
En los próximos artículos continuaremos con los Primeros Auxilios del Viajero, consulte a su médico, infórmeseme, entrénese y no olvide su equipo de asistencia para los primeros auxilios.