lunes, 5 de abril de 2010

20% de viajeros regresa enfermo - Tras la Semana Santa hay quienes vuelven a casa con paludismo y fiebre amarilla


Las enfermedades infecciosas adquiridas durante vacaciones tienden a manifestarse a muchos días después (Rony Vargas)



Según el pediatra y epidemiólogo Alejandro Rísquez, 20% de los venezolanos que aprovechan asuetos como el de Semana Santa para viajar dentro del territorio nacional pesca alguna enfermedad infecciosa, la cual varía según la región escogida por el temporadista. Pero estas novedades suelen ocurrir lejos del lugar predilecto por la mayoría de los viajeros, que es la playa.

Un estudio llevado a cabo por Rísquez determinó que el riesgo para quienes optan por visitar el sur del país, léase los estados Amazonas y Bolívar, e incluso los llanos de Apure y Barinas es el paludismo, pues es en esas entidades donde suele habitar el zancudo Anopheles, transmisor de la enfermedad.

La fiebre amarilla puede ser la pesca de quien no se haya vacunado contra esa enfermedad y visite las zonas más cercanas a la Cuenca del Orinoco. De acuerdo con el epidemiólogo estas patologías no aparecen tan pronto como se adquieren: "Pueden tardar meses en manifestarse".

Otras infecciones, aunque en mucho menor grado, suelen importunar a 20% de los viajeros locales, especialmente en temporadas como la Semana Mayor: "En los Llanos existe el peligro de enfermarse con el Mal de Chagas. En Portuguesa, particularmente, hay gente que puede estar expuesta a la fiebre de Guanarito, una enfermedad transmitida por un roedor. Pero existe una vacuna contra esta enfermedad", asegura el galeno.

Enfermedades más comunes, como la gripe también pueden ser el resultado de una buena Semana Santa, porque "cuando se viaja existen cambios de hábitos que nos hacen más vulnerables. El turista suele relajarse y darse más hacia la aventura. Esto lo pone en peligro de contraer enfermedades contagiosas, sobre todo cuando el destino del viaje son lugares poco comunes o donde las medidas sanitarias pueden ser precarias", explica Rísquez. La sugerencia de oro para estos casos dice el especialista es revisar el calendario de vacunas y acudir al médico un mes antes de emprender el periplo, sin importar el destino seleccionado.

Igualmente son comunes las diarreas causadas por bacterias y la intoxicación por alimentos que fueron preparados sin las mínimas consideraciones higiénicas del caso.

La ingesta de hielo y de jugos naturales pueden ser otra fuente de intoxicación por el divorcio entre las normas sanitarias y la elaboración de esas bebidas.

No tan comunes, pero sí ocurren los casos de deshidratación en la playa y en los Llanos, por la excesiva exposición al sol y la poca ingesta de agua.

El epidemiólogo destaca que hay otras enfermedades que pueden ser consecuencia de una Semana Santa desenfrenada o por lo que el médico llama actividades riesgosas "como aventuras y romances, que pueden transmitir enfermedades de transmisión sexual como sífilis, gonorrea, hepatitis B y VIH.

Se contagian por sangre contaminada o secreciones sexuales; también por hacerse una pedicura en una peluquería".

Jóvenes expuestos
Según un estudio epidemiológico del doctor Alejandro Rísquez cerca de la mitad de los universitarios que viajan en vacaciones sufre algún accidente y/o enfermedad. El 15% debe ser hospitalizado y 5% amerita cirugía.

El estudio realizó un total de 460 y detectó que 54% de los viajeros padeció algún evento: sólo enfermedad, 19%; sólo accidente 13% y ambos 21%.

El exceso de sol fue el segundo factor de enfermedad, pues 13% de los encuestados sufrió insolación. Luego se anotaron los males gastrointestinales y las intoxicaciones alimentarias con 12% y la intoxicación etílica con 10%.



Daniel Ricardo Hernández
EL UNIVERSAL

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